Gerasa, Jordania – El color de un eminente pasado

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Gerasa o Jerash, en árabe: جرش y en griego antiguo Γέρασα, son los restos de la antigua ciudad de origen grecoromano perteneciente a la Decápolis. Sus ruinas son unos de los mejores destinos arqueológicos y mejor conservados de Próximo Oriente. Entre sus innumerables columnas se vislumbra la magnitud de sus templos y el eco de sus teatros. Las huellas de los carros transitando las calles y el color de un eminente pasado.

UBICACIÓN

El yacimiento de Geresa se encuentra en el interior de la actual ciudad de Jerash al norte de Ammán, capital del reino de Jordania, en Próximo Oriente.

HISTORIA

La zona, ubicada en el cruce de caminos entre África, Asia y Europa, comienza a ser habitada de manera estable alrededor del año 3.200 a.C.

En el año 331 a.C. Alejandro Magno, tras conquistar Egipto, regresa a Asia y se adentra en Siria en su camino hacia la conquista total imperio persa. En esta ubicación funda una ciudad que deja a cargo de sus soldados de mayor edad. Tras su muerte, sus generales se reparten el extenso territorio. El general Seleuco se adjudicándose la mayor parte del territorio, quedando Gerasa bajo el poder de su dinastía.

Tras varias guerras civiles, comienza el siglo I a.C. con el imperio seléucida en proceso de descomposición. Esta situación es aprovechada por la república romana, que de la mano del general Pompeyo, conquista la región y por tanto la ciudad en el año 63 a.C.

Integrada en el nuevo imperio romano y bajo su nueva pax romana, la ciudad de Gerasa comienza a prosperar de manera considerable. El nuevo poder respeta la cultura griega predominante en la zona permitiendo la creación de una unidad sin carácter político a la que llama Decápolis. Gerasa, junto a 9 ciudades mas, se adhieren libremente. En el año 90 d.C. Gerasa es ya parte de la provincia romana de Arabia.

Su estratégico emplazamiento a medio camino entre los tres continentes le permite progresar y crecer. El auge económico permite a sus habitantes acometer una serie de obras y construcciones que convertirán a la ciudad en un referente en el imperio. El emperador Trajano visita Gerasa en el año 106 d.C. y mandan construir una serie de calzadas que tienen a Gerasa como un importante punto de paso. El emperador Adriano visita la ciudad en sus campañas al este del imperio, erigiendo sus ciudadanos un arco en honor suyo.

Con la división del imperio romano a finales del siglo IV d.C., Geresa queda bajo administración de Constantinopla. Tras la caía del imperio romano de occidente, el imperio de oriente tiene dificultades para mantener sus fronteras. En el año 614 d.C. los persas se hacen con la ciudad, que a su vez es conquistada por los omeyas a finales del siglo VII d.C. Durante este periodo la ciudad goza de nuevo de cierto auge, que se detiene súbitamente cuando en el año 746 d.C. un terremoto destruye parte de la ciudad.

La ciudad nunca es totalmente abandonada. Los cruzados utilizan algunos de sus edificios para crear fortalezas. Ayyubíes, mamelucos y otomanos pueblan partes de la ciudad aprovechando sus antiguos restos como cantera.

Desde el año 1.920 las excavaciones en Gerasa no han parado y han permitido a los restos de esta ciudad convertirse en unas de las joyas de próximo oriente.

QUÉ VER EN GERASA

El yacimiento de Gerasa es una de las mayores atracciones turísticas de Jordania. El tamaño de la antigua ciudad y el estado de conservación, hacen de esta visita una experiencia enriquecedora.

El lugar arqueológico abre puede visitarse desde las 8h, cerrando en invierno a las 16h y en verano a alas 17h. El precio de entrada es de 8 dinars, que al cambio son alrededor de 10€. El acceso con carros de bebé o sillas de minusválidos no es imposible pero si difícil, ya que el suelo empedrado dificulta el movimiento de las ruedas. Hay un parking gratuito a la entrada el yacimiento. Se puede obtener más información en la Web de la oficina de turismo de Jordania.

Gerasa necesita entre dos y cuatro horas para ser visitada completamente.

Los puntos más interesantes para la visita son:

  • Arco de Adriano: el yacimiento nos da la bienvenida desde su puerta sur con un monumental arco dedicado al emperador romano Adriano por su visita a la ciudad en el año 129 d.C. El arco quedó a extramuros al frustrarse los planes de expansión de la ciudad. La construcción conserva tres arcos, el mayor de ellos de trece metros de altura, y cuatro columnas en las que destaca la decoración floral de la base.
  • Circo o hipódromo: esta construcción fuera de la muralla albergaba actos deportivos como carreras de cuadrigas o peleas de gladiadores. Fue construida entre el siglo II y III d.C. con un largo de 245 metros y un ancho de 52 metros. Podía dar asiento hasta 15.000 espectadores. Aún podemos observar los arcos de entrada y el entramado de gradas.

     

  • Puerta sur: para adentrase en la muralla la ciudad disponía de una serie de entradas bajo las murallas. Al sur nos encontramos con una puerta con cierta similitud al arco de Adriano, con 4 columnas y 3 arcos, siendo el central de mayor tamaño.
  • Templo de Zeus: construido en el año 162 d.C. en honor al dios Zeus, sus restos solo nos permiten ver lo que una vez fue. Columnas corintias de 15 metros, una escalinata de entrada y parte de los muros es lo que ha llegado hasta nuestros días.
  • Teatro sur: construido durante el mandato del emperador Domiciano entre los años 90 y 92 d.C., este teatro tiene un aforo de más de 3.000 espectadores. Hoy en día se conserva perfectamente gracias a una reconstrucción parcial acometida en el siglo XX d.C. En la visita podremos disfrutar de los dos pasillos abovedados que dan acceso a la orquesta, de los cuatro pasillos en la parte posterior del teatro dan acceso a las filas superiores y de la primera de las plantas del escenario. En las gradas aún se distinguen letras en griego que daban nombre a los asientos.
  • Plaza oval: este singular espacio es único en la antigüedad. Construida en el siglo I d.C., conectaba la zona sagrada dedicada al dios Zeus con el Cardo maximus. La superficie adoquinada mide 90 x 80 metros y esta rodeado por 56 columnas jónicas que pudieron pertenecer a una zona porticada que abarcaba toda la plaza. En su centro se ha colocado una columna recientemente para albergar una llama para el Festival de Jerash. Su finalidad no esta del todo definida, pudiendo usarse para un gran mercado.
  • Cardo maximus: la arteria principal de la ciudad de Gerasa la recorre de norte a sur accediendo por cada unas de las puertas situadas en las murallas. Los 800 metros de calle están totalmente adoquinados y están flanqueados por dos hileras de columnas, testigos de las lujosas edificaciones que ocupaban. Aún se pueden encontrar las huellas que de los carros dejaron con el paso del tiempo sobre las piedras, así como parte de las canalizaciones que desaguaban la lluvia. Esta inmensa calle fue construida en el siglo I d.C.
  • Museo: sobre una colina situada a la derecha del cardo se encuentra un pequeño museo que contiene piezas que abarcan todo el periodo histórico de la ciudad. Las piezas expuestas se organizan cronológicamente según tipo y función. El acceso esta incluido con la entrada.
  • Macellum: este espacio pudo pertenecer a un pequeño ágora que hacia las funciones de mercado. En el centro se situaba una fuente sobre la que se abría un pórtico columnado y a serie de estancias para las tiendas. La superposición de restos de diferentes épocas evidencia una reutilización que dificulta interpretar su estructura original.
  • Tetrápilo sur: en la intersección del decumanus sur y el cardo maximus se encuentran cuatro pedestales que sustentaban una serie de columnas que imitaban a puertas de acceso. Este monumento típico de la época helenística honraban a Jano, dios de las puertas.
  • Templo de Dionisio: junto al cardo se encuentra el acceso monumental del templo dedicado a Dionisio construido en el siglo II d.C. Tras la puerta tallada unas escaleras dan entrada a los restos del templo. Este fue reconvertido en el siglo IV d.C. a iglesia bizantina, perdiendo parte de estructura original. Por último, este edificio es conocido también como la catedral, aunque nunca tuvo tal rango.
  • Ninfeo: fuente ornamental fue construida en el año 191 d.C. Recubierta originalmente con bloques de mármoles en la zona inferior, apenas conserva las pinturas que decoraban la zona superior. Los dos niveles de arcos debieron estar decorados con figuras de las que emanaba el agua. Según los arqueólogos la cabeza de siete leones tallados. Aún se conserva la apertura por la que emanaba el agua y partes del desagüe.
  • Propylaeum: este monumental pórtico esta situado en unas largas escaleras de treinta metros de ancho que dan acceso al complejo del tempo de Artemisa. El conjunto se compone de cuatro colosales columnas y un frontal de dos plantas y tres puertas. Esta construido sobre una elevación natural y busca que el acceso a la zona del templo se distinga por su majestuosidad.
  • Templo de Artemisa: construido en el 150 d.C. sobre uno de los puntos mas elevados de la ciudad, constaba de un pórtico de doce columnas sobre capiteles corintios. El templo disponía de tres entradas y estaba recubierto por finos paneles de mármol. En su interior debió alojar una estatua en honor a la deidad. Perdido el culto en el siglo XII d.C. y fue convertido en una fortaleza. En ese mismo siglo la ciudad fue atacada y la fortaleza quemada.
  • Tetrápilo norte: en el cruce entre el cardo maximus y el decumanus norte se conserva en envidiable estado este monumento al dios Jano. Una construcción de cuatro arcos y techado sujeto por una bóveda.
  • Puerta norte: este acceso al norte del cardo maximus tiene gran similitud con los arcos de Adriano y el arco sur, aunque es de inferior tamaño. Por el estado en el que está es muy probable que este reconstruido.
  • Teatro norte: construido en el año 165 d.C., este pequeño teatro para 1.600 personas se asemeja mas a un Odeón que a un teatro en sí. Posiblemente fue utilizado para representaciones musicales, teatrales y para lugar de reunión política. Destaca por su especial estado de conservación y por el color de los bloques, de tonos rojos y azules, que forman la orquesta.
  • Iglesias: varios de los edificios romanos de mayor importancia fueron reutilizados posteriormente para construir iglesias. Y muchos de ellos mantienen sus ricos mosaicos y sus columnas. Destacan entre ellos la iglesia bizantina de Isaías, la de San Teodoro y la de San Cosme y San Damián.

Para facilitar la visita hemos creado este mapa para dispositivos móviles con los puntos descritos en el artículo.

Visita nuestra sección Sobre los mapas para saber cómo utilizar este mapa desde tu dispositivo móvil.

CÓMO LLEGAR

Si tomamos como punto de partida Ammán o su aeropuerto internacional, Gerara se encuentra a 60 kilómetros en carretera.

Si optamos por el coche particular o taxi tardaremos poco menos de una hora en llegar, dependiendo del tráfico de salida en Ammán.

Existe la opción de ir en autobuses desde la estación de Abdali en Ammán. La empresa de autobuses Hijazi dispone de rutas diarias a la ciudad de Jerash. El último autobús de regreso sale a las 17 horas.

ALOJAMIENTO EN GERASA

Gerasa dispone de algunos alojamientos en forma de pequeños hoteles. Si se requiere algo de mayor calidad se debe ir a Ammán, la cual aloja la mayor parte de las mayores cadenas hoteleras.

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NUESTRA VISITA

Gerasa es un yacimiento fascinante. El estado de conservación de sus monumentos nos permite ver cosas que no encontraremos en otro lugar. Pese a estar enm parte reconstruido, nos gusto mucho el teatro norte, la plaza oval, las gradas del circo. Es difícil encontrar en un solo lugar tantos restos únicos.

Jordania en general es un país amistoso y agradable. Ideal para perder los miedos a visitar los paises de Próximo Oriente. La sensación de seguridad y de libertad es amplia. No te será difícil encontrar licorerías en las calles y vestimenta muy laxa para un país musulmán de la Península Arábiga.

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