Kom Ombo, Egipto – Un templo para dos dioses 2

El templo de Kom Ombo es una construcción de culto egipcio y origen ptolemaico situada en la orilla este del río Nilo. El templo rinde culto al dios cocodrilo Sobek y al dios Horus el viejo en una doble disposición de salas, capillas, patios y acceso. Un templo para dos dioses.

UBICACIÓN

El templo de Kom Ombo se ubica en la orilla este del río Nilo en la ciudad de homónimo nombre al sur del actual Egipto.

HISTORIA

Durante el siglo XV a.C., en el reinado de Tutmosis III, se construye junto al Nilo un pequeño santuario para el culto de alguna deidad egipcia. Sobre sus restos se erige en el reinado de Ptolomeo VI Filométor, en el siglo II a.C., un edificio para el entrenamiento para elefantes de guerra africanos.

En años posteriores del mismo siglo el edificio es reutilizado de nuevo como templo y ampliado en dos ocasiones: el faraón Ptolomeo VIII Evérgetes II y Ptolomeo XII Neo Dionisio lo amplían construyendo las salas hipóstilas.

Los emperadores romanos Tiberio Julio César y Marco Ulpio Trajano siglos I y II d.C., levantan los muros de cerramiento, decoran el patio delantero y el pasillo externo añadiendo algunas escenas.

Con el paso de los años y finalizado el culto a los dioses egipcios, el templo cae en desuso y es reutilizado como iglesia copta. Los seísmos y la proximidad al rio acaban deteriorando el templo que es totalmente abandonado.

A finales del siglo XIX d.C., el templo es redescubierto por arqueólogos occidentales. El francés Jacques de Morgan se propone recuperar el santuario de Sobek, lo que permite iniciar las excavaciones y realizar una serie de trabajos de consolidación que le han permitido llegar a día de hoy en un buen estado.

QUÉ VER EN KOM OMBO

Este curioso templo destaca por contener dos templos simétricos, unificados y comunicados entre sí. La mitad norte está dedicada al dios Haroeris u Horus el viejo, mientras que la zona sur rinde culto al dios Sobek. Ambas partes disponen de accesos, patios y capillas individuales.

Para visitar el Templo de Kom Ombo es necesario comprar entrada en el centro de visitantes justo en la entrada al recinto. El precio es de 100 libras egipcias, algo más de 5 euros. En la salida del templo se puede visitar de forma gratuita el Museo del Cocodrilo. La duración de la visita es de 1 hora aproximadamente. Para acceder al recinto es necesario subir bastantes escaleras, por lo que el acceso a carros o minusválidos es limitado.

El horario de apertura va desde las 6h a las 17h. Desde octubre hasta mayo cierra a las 16h. Podemos encontrar algo de información actualizada en las Web de la Oficina de Turismo de Egipto en España.

Los puntos más interesantes para la visita son:

• La fachada: consta de 3 columnas con capiteles que representan la flor de loto, separan los dos pasillos que conducen a cada santuario. El lado izquierdo está dedicado a Haroeris, mientras que el derecho está dedicado a Sobek, ya que los egipcios creían que venerar a un cocodrilo te salvaría de sus ataques. Hay que cruzar la Puerta de Neos Dyonisios para acceder al pronaos.
  

  

  Fachada

  

  Columnas

  

  Fachada

  
  
• La sala hipóstila exterior: la más famosa de todas, posee 15 columnas con capiteles floridos y bases en las que se puede apreciar el papiro, que representa el Bajo Egipto, y la flor de loto, símbolo del Alto Egipto. En las paredes se puede ver representada la coronación de Dionisio, en el techo se muestran escenas astronómicas.
  

  

  

  
  
• La sala hipóstila interior: es de mayor tamaño, con 10 columnas más pequeñas en las que se muestra a Ptolomeo VIII y su hermano Ptolomeo II rindiendo culto a diferentes deidades. En las paredes se puede observar a Ptolomeo VIII recibiendo la llave de la vida y la espada de la victoria, así como un listado con diversos dioses y eventos de aquella época.
  

  

  

  
  
• La sala de ofrendas: se trata de un lugar de mayor estatus, pues solo los sacerdotes podían acceder a él. Posee cámaras en las que se almacenaban textos divinos y ropajes. En las losas centrales se pueden observar marcas que indican donde estaban colocadas las mesas de sacrificio.
  

  

  

  
  
• Los santuarios: la zona más emblemática del templo, donde los sacerdotes acudían para rendir culto a los dioses. El lado izquierdo corresponde a Haroeris y el derecho a Sobek, ambos separados por una pared hueca, en la cual se puede observar en la entrada al lugar a Ptolomeo y a su esposa. Cada santuario tiene una peana de diabasa para sostener la barca sagrada.
  

  

  

  

  
  

   

• El Museo del Cocodrilo: se encuentra a las puertas del templo, en él se expone una colección de cocodrilos momificados hallados por la zona. Hay de diversos tamaños, algunos alcanzando hasta cinco metros. También se pueden contemplar huevos y un feto, además de ornamentos y figuras de estos reptiles. Alrededor del complejo se encuentra una serie de pozos que posiblemente contenían varios especímenes de cocodrilos.
  

  

  

  Pozo

  

  
  

Para facilitar la visita hemos creado este mapa para dispositivos móviles con los puntos descritos en el artículo.

Visita nuestra sección Sobre los mapas para saber cómo utilizar este mapa desde tu dispositivo móvil.

CÓMO LLEGAR

Debido al tipo de turismo que se practica en el país, es muy improbable visitar los templos por tu cuenta. Lo más seguro y habitual es contratar un tour por el Nilo de varios días donde podremos visitar el templo junto a gran parte del patrimonio egipcio. Pese a ello, si decides ir por tu cuenta, hay una estación de tren en la población de Kom Ombo cercana. Desde ahí un taxi no tendrá un precio excesivo.

ALOJAMIENTO

Los alojamientos tusrísticos son escasos en la zona, de modo que lo normal es que tengamos contratado el crucero por el Nilo y que nos alojemos en el propio barco.

NUESTRA VISITA A KOM OMBO

El Templo de Kom Ombo es un lugar único en Egipto, debido a que se encuentran dos santuarios en un mismo emplazamiento. Es una visita que hemos disfrutado mucho, pues está bastante bien estructurada y la organización ha sido adecuada, sin acumulación de gente como ha sucedido en otros lugares. Además, el Museo del Cocodrilo al final del templo se ha complementado muy bien con el resto de la visita.

El clima ha sido agradable, ya que hemos realizado el viaje en abril, cuando el calor del verano todavía no es tan intenso.

El emplazamiento tiene un encanto especial al caer la noche, por lo que recomendamos acudir a última hora para una mejor experiencia.

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